Golden State Warriors vencieron el jueves 103-90 a los Boston Celtics.
Con otra exhibición de Stephen Curry, los Golden State Warriors vencieron el jueves 103-90 a los Boston Celtics y finiquitaron las Finales de la NBA por un global de 4-2, conquistando su cuarto anillo desde 2015.
Stephen Curry, con 34 puntos y 6 triples, comandó el triunfo en el TD Garden de Boston junto a sus socios Klay Thompson (12) y Draymond Green (12), el trío fundamental de la resucitada dinastía de los Warriors.
Este brillante título acaba con la travesía en el desierto que recorrieron los Warriors desde su caída ante los Toronto Raptors en las Finales de 2019, marcada por devastadoras lesiones de Klay Thompson y Kevin Durant. Un año después los Warriors fueron el peor equipo de toda la NBA.
“Al principio de la temporada nadie pensaba que estaríamos aquí. Es muy surrealista, muy surrealista”, declaró un radiante Curry. “Estábamos tan lejos de esto… Nunca des esto por sentado porque nunca sabes cuándo vas a estar de vuelta. Conseguirlo significa todo”.
Los Celtics, que no tenían margen de error, arrancaron con fuerza el choque pero después encajaron una racha de 21-0, nunca vista en el último medio siglo de Finales, y tuvieron que admitir una derrota que les deja sin su ansiado 18º anillo.
El escolta Jaylen Brown lideró la resistencia de los Celtics con 34 puntos y el dominicano Al Horford aportó 19 pero la estrella del equipo, Jayson Tatum, naufragó con apenas 13 puntos en 6/18 en tiros de campo.
En medio de los abucheos del TD Garden, el comisionado adjunto de la NBA, Mark Tatum, entregó el trofeo a los campeones en ausencia de su jefe, Adam Silver, que sigue convaleciente de un contagio de covid-19.