El Gobierno y la FIA han acordado en una reunión de urgencia anular la carrera al no poderse garantizar las medidas de seguridad ni meter más presión a los servicios de emergencia locales, ya saturados por el paso del ciclón
El Gran Premio de Emilia Romagna ha sido suspendido definitivamente, después de una reunión de urgencia entre la FIA y el Gobierno italiano.
Horas antes el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, había pedido su cancelación. «El aplazamiento del Gran Premio de Imola es lo adecuado ante la emergencia por mal tiempo que azota a Emilia-Romagna», ha asegurado.
«Dediquémonos a los rescates. En esta fase hay que concentrar todos los esfuerzos para hacer frente a la emergencia, evitando también sobrecargas de tráfico en una zona muy afectada. Buscaremos otra fecha y los fans lo entenderán», afirma. Lo cual no es fácil, por tema de contratos, canon y cláusulas de todo tipo, además de contratos televisivos, aunque siendo causa de fuerza mayor, y con alguien como Domenicali al frente de Liberty, todo se debería poder negociar.
Ayer no solo evacuaron ayer al personal de la F1 de las instalaciones, mayormente mecánicos, transportistas y montadores, además de la gente del circuito, sino que hoy las autoridades han pedido literalmente a todo el personal del campeonato que ni se acerquen por el autódromo Enzo y Dino Ferrari, donde, por otra parte, ya está todo el material listo. Las imágenes que llegan del circuito, anegado el TV compound (zona de televisiones) y agua hasta la pantorrilla, son elocuentes.
«Por favor, quédense en sus hoteles y eviten las carreteras y los viajes, por favor», avisan en la organización de la carrera a los medios y personal de la F1 hasta que baje el nivel del agua del río Santerno, pegado al circuito, y se pueda monitorizar la situación. Según, Luca Lombardo, meteorólogo del Observatorio Geofísico de la Universidad de Módena y Reggio, «es la peor tormenta en mayo en esta zona en 30 años, demasiada energía concentrada».