Es rica en fibra y ácidos omega-3.

La diabetes es una enfermedad crónica en la que los niveles de azúcar en la sangre se elevan. Cuando esto ocurre y si no hay control de la afección, con el tiempo es posible que se produzcan daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Esta sustancia es la principal fuente de energía del cuerpo, pero cuando las células, que son las encargadas de usarla, no cumplen eficientemente con esta tarea, la glucosa, como también se le conoce al azúcar, se queda en la sangre, causando algunas de las complicaciones anteriormente mencionadas.

La insulina, una hormona que produce el páncreas, es la que se encarga de ayudar a controlar la cantidad de esta sustancia que circula por la sangre, permitiendo que ingrese a las células. Hay ocasiones en las que el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa adecuadamente, lo que deriva en prediabetes o diabetes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos.

La alimentación es uno de los aspectos más determinantes para controlar la diabetes. – Foto: Getty Images

Antes de padecer diabetes, normalmente el paciente presenta prediabetes, etapa en la que el nivel de azúcar ya es muy elevado, pero no lo suficiente para ser diagnosticado con diabetes tipo 2. Esta afección aumenta el riesgo de presentar diabetes, enfermedad del corazón y derrame cerebral, precisan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

Los síntomas de que la glucosa en la sangre está elevada incluyen, entre otros, los siguientes.

• Estar muy sediento o tener la boca seca
• Tener visión borrosa
• Tener la piel seca
• Sentirse débil o cansado
• Necesidad de orinar mucho, o necesitar levantarse más seguido de lo usual en la noche para orinar

¿Cuándo se considera que se tiene prediabetes?

Los beneficios de las semillas de girasol

Una de las mejores formas de prevenir que el azúcar se suba a niveles desproporcionados es con una alimentación saludable y equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico. Como parte de la dieta se pueden incluir algunos productos que por sus propiedades resultan favorables.

Las semillas de girasol tienen componentes que ayudan a controlar la glucosa. – Foto: Getty Images

Las semillas de girasol están en la lista. Este alimento aporta fibra, proteínas y grasas saludables omega-3, una combinación que ayuda a controlar los niveles de glucosa, ya que ralentizan la velocidad de absorción del azúcar por parte del intestino, evitando la hiperglucemia.

Adicionalmente, estas semillas favorecerían la pérdida de peso cuando se consumen en pequeñas porciones y, como consecuencia, disminuirían los niveles de glucemia en ayunas y regularían los de insulina en la sangre, asegura el portal de salud y bienestar Tua Saúde.

La verdura que ayuda a controlar la diabetes y previene el cáncer

Más opciones

Otra alternativa son las semillas de lino. Según el instituto de investigación Mayo Clinic, la linaza es beneficiosa para la salud, ya que es rica en fibra y ácidos grasos omega-3, así como en fitoquímicos llamados lignanos. Una cucharada (7 gramos) de linaza molida contiene dos gramos de ácidos grasos poliinsaturados, dos de fibra dietética y 37 calorías.

Esta semilla es fuente de fibra dietética, tanto soluble como insoluble. La primera es aquella que tiene la capacidad de ayudar a regular la presión arterial, los niveles de azúcar en la sangre e incluso se ha asociado con la prevención de diverticulitis.

La linaza es rica en fibra y ácidos grasos saludables. – Foto: Getty Images

Una opción más es la calabaza. Sus semillas son ricas en minerales como zinc, potasio, hierro y magnesio, además de vitaminas A, C y B3. Gracias a estos componentes tienen ciertas propiedades que ayudan a combatir algunas patologías como la osteoporosis, el estrés y la ansiedad y las enfermedades del sistema digestivo. También son fuente de fibra y antioxidantes. Tua Saúde asegura que su aporte de fibra y de magnesio son la clave para el control de la glucosa.

En general, la recomendación es incluir estos productos en el marco de una dieta balanceada tendiente a mantener un peso saludable y a prevenir el desarrollo de enfermedades.