Investigadores descubrieron la relación entre esta patología y un virus que sería capaz de ofrecer una mejor respuesta.
No todos los pacientes de esclerosis múltiple viven la enfermedad de la misma manera, por lo contrario, los síntomas y consecuencias derivadas de este padecimiento puede ser diversos e impredecibles
Según explica la Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple, esta afección crónica afecta al sistema nervioso central, que se conforma del cerebro y la espina dorsal. Como resultado de esta condición, las personas pueden experimentar problemas en su movilidad, al punto inclusive de incapacitarse por completo.
“Los síntomas pueden ser leves, como un adormecimiento en las extremidades, o graves, como la parálisis o la pérdida de visión”, apunta la entidad en una guía corta que comparte en su sitio web.
Como precisan desde el portal de difusión médica Mayo Clinic,esta afección es tan particular que una persona puede dejar de caminar para siempre, mientras que otros pueden no percibir síntoma alguno.
“La esclerosis múltiple no tiene cura. No obstante, algunos tratamientos ayudan a acelerar la recuperación de los ataques, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas”, afirman desde el portal.
En este sentido, y a pocas horas del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, una fecha para llamar la atención sobre la necesidad de conocimiento acerca de esta enfermedad, un equipo de investigadores compartió un descubrimiento que podría incidir positivamente en su tratamiento.
El descubrimiento que podría cambiar la vida de miles de pacientes
Los expertos en esclerosis múltiple señalan que el reciente descubrimiento de un vínculo entre esta enfermedad y el virus de Epstein-Barr ofrece esperanzas de una mejor respuesta, antes del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple este lunes 30 de mayo.
Los tratamientos que pretenden bloquear la inflamación han “avanzado mucho en los últimos diez años”, y el seguimiento de los pacientes es “más individualizado”, explica a la AFP el neurólogo Jean Pelletier, de la fundación francesa Arsep (Ayuda a la Investigación sobre la Esclerosis Múltiple).
Según él, podrían surgir nuevos avances de un descubrimiento particularmente importante, realizado en enero por investigadores estadounidenses, que pone en evidencia la necesidad de la presencia del virus de Epstein-Barr para el desarrollo de la esclerosis múltiple, aunque no todas las personas infectadas la desarrollen.
Esta es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal).
Provoca un trastorno del sistema inmunitario que ataca la mielina, la vaina protectora de las fibras nerviosas. Muy a menudo, causa brotes inflamatorios intercalados por fases de calma.
La enfermedad varía mucho de un paciente a otro, pero puede producir secuelas, y es una de las causas frecuentes de discapacidad en adultos jóvenes. Se estima que más de 2,8 millones de personas están afectadas por esta enfermedad autoinmune en todo el mundo.
El descubrimiento de un vínculo con el virus de Epstein-Barr, que afecta 95 % de los adultos y es la causa de otras enfermedades como la mononucleosis, sugiere que la mayoría de los casos de esclerosis múltiple podrían prevenirse deteniendo la infección a este patógeno.
Además de “una mejor comprensión de lo que puede entrar en juego en esta enfermedad multifactorial”, el estudio hace “suponer que se podría impedir la esclerosis múltiple si se vacunara a los niños contra el virus de Epstein-Barr, sabiendo que por el momento no se dispone de una vacuna”, según el profesor Pelletier.
*Con información de AFP.