Por Max Foster
(CNN) — El féretro de roble de la reina Isabel II salió de Balmoral y comenzó un viaje de seis horas por carretera a Edimburgo, el comienzo de su viaje final a Londres para su funeral de Estado el 19 de septiembre.
El primer pueblo escocés por el que pasó el cortejo real es Ballater.
Mientras el féretro de la reina es conducido a Edimburgo, se espera que miles de personas se alineen en la ruta que recorrerá el cortejo real, a través de la campiña escocesa y las ciudades de Aberdeen y Dundee.
El Palacio de Buckingham dijo que el coche fúnebre se dirigirá a la capital escocesa «de una manera que permitirá a la gente presenciar el traslado al Palacio de Holyroodhouse».
El féretro, que está envuelto en el estandarte real de Escocia y una corona de flores, está acompañado por el conde de Dalhousie y el ministro de Crathie Kirk, que es donde la familia real acude a rezar cuando residen en Balmoral.
La corona que se encuentra sobre el ferétro de la reina Isabel II se compone de flores recogidas en el castillo de Balmoral, la finca escocesa de la monarca, según el Palacio de Buckingham.
Está hecha de alverjillas, una de las flores favoritas de la reina, dalias, phlox, brezo blanco y abeto.
La corona coincide con lo que quería la reina Isabel II.
¿Qué sucede cuando el féretro llega a Edimburgo?
El ferétro de la reina se encuentra actualmente en camino a Edimburgo, donde descansará y permitirá que el público escocés presente sus respetos hasta el martes por la noche.
Está previsto que llegue a la capital escocesa sobre las 16:00 horas. (11 a.m. hora de Miami). Su primer destino es el Palacio de Holyroodhouse donde será recibido por una guardia de honor compuesta por el Regimiento Real de Escocia que realizará un saludo real en la explanada.
El féretro será trasladado por un destacamento militar integrado por la misma unidad hasta el Salón del Trono del palacio.
De manera similar a cómo se colocó el ataúd en el salón de baile de Balmoral, reposará en la Sala del Trono para permitir que el personal de la casa presente sus respetos finales a la difunta monarca.
El martes, recorrerá la Royal Mile hasta la Catedral de St Giles para un servicio de oración y reflexión al que asistirán el rey y la reina consorte y miembros de la familia real, así como una congregación compuesta «de todas las áreas de la sociedad escocesa», según un alto funcionario del palacio.
Posteriormente, el ataúd permanecerá allí durante 24 horas para permitir que el público escocés lo vea, en una tradición conocida como velatorio.