Un devastador terremoto en el sur de Marruecos, que ha dejado más de 800 muertos y cientos de heridos, también ha destruido amplias zonas del centro histórico de Marrakech, destino turístico clave en la dinámica económica del país.
Muchos residentes y turistas se vieron obligados a pasar la noche al aire libre por temor a que una réplica empeorara la situación en la ciudad.