Por SIGAL RATNER-ARIAS
LOS ÁNGELES (AP) — “CODA”, el drama de Sian Heder sobre una familia sorda que apenas contaba con tres nominaciones, se impuso como mejor película y le dio a Apple TV+ el primer Oscar de la historia para un servicio de streaming a menos de tres años de su lanzamiento.
También le mereció el premio al mejor guion adaptado a Heder, su realizadora, y a Troy Kotsur el de mejor actor de reparto, como se esperaba ampliamente.
“Este es un gran momento para el cine independiente”, dijo la directora en la sala de prensa. “Cuando fuimos a Sundance no teníamos distribuidor. Fui pensando ‘espero que alguien la compre’. Acabamos de ganar mejor película. Esta es la materia de la que están hechos los sueños”.
Protagonizada por los actores sordos Kotsur, la ganadora del Oscar Marlee Matlin y Daniel Durant , “CODA” sigue a una familia cuya única hija oyente, interpretada por Emilia Jones, se debate entre quedarse ayudándolos o perseguir sus sueños de ir a la universidad a estudiar música, alentada por un profesor interpretado por Eugenio Derbez.
Es la primera cinta con un elenco mayoritariamente sordo que gana el premio a la mejor película, y la primera con menos de cuatro nominaciones que lo logra desde “Grand Hotel” (“Gran Hotel”) de 1932.
“Esto es para la comunidad de sordos, la comunidad CODA y la comunidad de discapacitados”, expresó Kotsur en lenguaje de señas al aceptar su premio en el escenario. “Este es nuestro momento”.
“The Power of the Dog” (“El poder del perro”) de Netflix, que llegó con 12 nominaciones y se perfilaba como posible ganadora, se llevó solo uno, a mejor dirección, para su realizadora Jane Campion.
“Me encanta dirigir porque es una inmersión profunda en la historia; sin embargo, la tarea de manifestar un mundo puede ser abrumadora. Lo dulce es que no estoy sola. En ‘El poder del perro’, trabajé con actores a los que llamo mis amigos… y todo mi equipo que son verdaderos corazones”.
Como se anticipaba, el Oscar al mejor actor fue para Will Smith por “King Richard”, que lo recibió poco después de un sorprendente altercado con el presentador Chris Rock por un chiste que este hizo sobre su esposa Jada Pinkett Smith.
En su discurso de aceptación, se disculpó con personas que incluyeron a Venus y Serena Williams, en cuyas vidas se inspira la película, pero no mencionó a Rock.
“He recibido un llamado en mi vida para amar a la gente y proteger a la gente y ser un río para mi gente”, agregó. “Ustedes saben que para hacer lo que hacemos tenemos que aguantar abuso. Tenemos que aguantar que gente diga cosas locas de nosotros. En este negocio tienes que aguantar que la gente te falte el respeto y tienes que sonreír y hacer como que está bien”.
Jessica Chastain consiguió su estatuilla como mejor actriz por “The Eyes of Tammy Faye” (“Los ojos de Tammy Faye”), en la que retrata el ascenso, la caída y redención de la televangelista estadounidense Tammy Faye Bakker.
“Al aceptar el trofeo de manos de Anthony Hopkins, Chastain habló de la violencia contra las minorías y dijo que el suicidio era una de las principales causas de muerte para la comunidad LGBTQ, y que la compasión de Bakker la inspiró.
“Me inspiran sus actos radicales de amor”, dijo la actriz. “Me inspira su compasión y lo veo como un principio rector que nos lleva hacia adelante”.
Ariana DeBose ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto por su fogosa interpretación de Anita en “West Side Story” (“Amor sin barreras”) de Steven Spielberg y pasó a la historia como la primera afrolatina y actriz abiertamente gay en obtener el reconocimiento.
“A cualquiera que alguna vez haya cuestionado su identidad”, dijo DeBose, “les prometo que hay un lugar para nosotros”.
Su victoria llegó exactamente 60 años después de que el papel le mereciera el mismo reconocimiento a Rita Moreno, a quien le agradeció en su discurso.
Y “Encanto”, la cinta animada de Disney ambientada en Colombia sobre una adolescente con la frustración de ser la única integrante de su extensa familia sin poderes mágicos, se alzó con el premio a la mejor cinta animada.
“Estoy muy orgullosa de ser parte de una película que pone hermosos personajes diversos al frente y en la que gente de todas partes se ve a sí misma”, dijo Yvett Merino, que como productora de la cinta es la primera mujer latina en alzarse con un Premio de la Academia en esta categoría.
La victoria se produjo justo después de que Sebastián Yatra ofreciera una interpretación sublime de la canción nominada “Dos oruguitas” de Lin-Manuel Miranda, acompañado por una orquesta y una pareja de bailarines en trajes típicos colombianos en un escenario con decorados alusivos a la cinta que incluyeron mariposas amarillas.
La canción ganadora, sin embargo, fue “No Time to Die” de la cinta homónima de James Bond, escrita por Billie Eilish y Finneas O’Connell.
“Oh Dios mío, esto es tan increíble. Podría gritar”, dijo Eilish.
La 94ª edición de los Premios de la Academia comenzó con Beyoncé, ocho premios entregados fuera de cámara y un trío de conductoras integrado por Wanda Sykes, Amy Schumer y Regina Hall.
“Muy bien, estamos aquí en los Oscar”, dijo Hall. Y Sykes completó: “Donde los amantes del cine se unen y miran televisión”.
Las tres actrices bromearon alegremente sobre temas relevantes en Hollywood como la equidad salarial —dijeron que contratar tres mujeres como conductoras era “más barato que un hombre”— el drama de Lady Gaga que Sykes llamó “House of Random Accents” (Casa de Acentos Aleatorios), el estado de los Globos de Oro (para el paquete in memoriam) y las novias de Leonardo DiCaprio. Su comentario más político se produjo al final de su rutina de apertura, en la que prometieron una gran noche.
“Y para ustedes en Florida”, dijo Skykes, “vamos a tener una noche gay”.
La épica de ciencia ficción “Dune” (“Duna”), dirigida por Denis Villeneuve, obtuvo seis reconocimientos, mayormente en las categorías técnicas, incluyendo cinematografía, música original, de Hans Zimmer; efectos visuales, edición, diseño de producción y sonido.
La entrega de premios comenzó por primera vez una hora antes de la gala televisada con la entrega de ocho galardones que incluyeron mejor maquillaje y peinado, para “The Eyes of Tammy Faye” (“Los ojos de Tammy Faye”), así como los honores a cortometraje, cortometraje animado y cortometraje documental.
El Oscar al mejor cortometraje animado fue para “The Windshield Wiper” (“El limpiaparabrisas”) de los españoles Alberto Mielgo (director) y Leo Sánchez (productor), sobre un hombre de mediana edad que se pregunta a sí mismo y al público qué es el amor.
“La animación es un arte que incluye todas las artes que puedas imaginar. La animación para adultos es un hecho. Está sucediendo. Llamémoslo cine”, dijo Mielgo. “Me siento muy honrado porque esto es solo el comienzo de lo que podemos hacer con la animación”.
“The Long Goodbye” ganó mejor documental y “The Queen of Basketball” mejor cortometraje documental.
El premio para el mejor largometraje internacional fue para la japonesa “Drive My Car”, basada en una historia de Haruki Murakami y centrada en un actor de teatro que dirige una producción multilingüe de “Tío Vania” de Chéjov mientras lidia con el luto de la muerte de su esposa.
Y el de mejor documental para “Summer of Soul (…Or, When the Revolution Could Not Be Televised)” (“Summer of soul (…o, cuando la revolución no pudo ser televisada)” de Ahmir “Questlove” Thompson, sobre el Festival Cultural de Harlem de 1969.
Con una amplia presencia latina que se extendió a múltiples categorías luego que apenas hubo alguna el año pasado, los Oscar regresaron al Teatro Dolby para una ceremonia diferente.
Los productores buscaban revertir años de bajos ratings — coronados por sus peores el año pasado, cuando la celebración se trasladó a Union Station para un evento reducido debido a la pandemia — con una lista de cambios que incluyeron la contratación de tres conductoras luego que no hubo maestro de ceremonias en varios años y números musicales que fueron más allá de las canciones nominadas: el éxito de “Encanto” “We Don’t Talk About Bruno”, que tuvo uno de los números más coloridos con parte del elenco de voces de la cinta y la participación de Luis Fonsi, Becky G y Megan Thee Stallion.
Luego del final anticlimático del año pasado, cuando el evento terminó con el premio al mejor actor y el ganador, Anthony Hopkins, no estaba ahí para recibirlo, los productores retomaron la tradición de cerrar la gala con el máximo honor de la noche, mejor película, que presentaron Lady Gaga y Liza Minelli.
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